En una demostración de unidad y determinación, estudiantes, docentes, nodocentes y autoridades de la Universidad Nacional de Chilecito se unieron en una marcha masiva para defender la universidad pública de las decisiones del gobierno nacional que perjudican su funcionamiento.
Después de recorrer las principales arterias de la ciudad, la marcha hizo un alto en el edificio centro de la UNdeC, oportunidad en la que diversos oradores expusieron sus puntos de vistas sobre lo que significa la educación publica en el país. Se escucharon testimonios conmovedores de aquellos cuyas vidas han sido transformadas por la educación pública. Estudiantes que son primera generación en acceder a la universidad, docentes que han dedicado su vida a enseñar con pasión y no docentes cuyo trabajo incansable sostiene el funcionamiento de la institución, todos compartieron sus historias como un recordatorio vivo del impacto positivo que tiene la educación publica en la sociedad. La marcha contó con el acompañamiento de los gremios de ATE, la Bancaria, Aproslar y demás sectores gremiales locales que apoyaron la causa.
Al caer el mediodía, la marcha llegó a su fin, pero el mensaje resonó fuerte y claro en Chilecito. La lucha por la defensa de la universidad pública no ha hecho más que comenzar, y la unidad demostrada hoy es un poderoso indicador del compromiso de la sociedad argentina con la educación como un derecho fundamental para todos.
Los motivos que llevaron a esta movilización son diversos pero convergen en un punto: la defensa de la educción como un derecho fundamental y la resistencia a políticas que amenazan con socavar este principio. Los recortes presupuestarios, la precarización laboral, la falta de infraestructura adecuada son solo algunas de las preocupaciones que impulsaron a miles de personas a manifestarse.
Esta movilización de solidaridad y compromiso no solo resonó en las calles de Chilecito, sino que se repitió en todo el territorio argentino culminando en una marcha central en la ciudad autónoma de Buenos Aires, que congregó a miles de personas que alzaron su voz al reconocimiento y la protección de la universidad pública..
En tiempos de incertidumbre, la voz del pueblo se alza recordando que juntos, en solidaridad y determinación, podemos construir un futuro más justo y equitativo para las generaciones venideras. Esta marcha no solo fue un acto de resistencia, sino también un llamado a la acción.