El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia, fue proclamado en el año 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de asegurar el acceso y participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y niñas.
En este sentido, la ciencia y la igualdad de género son fundamentales para el desarrollo sostenible. Aun así, las mujeres siguen encontrando obstáculos en el campo de la ciencia: menos del 30% de investigadores científicos en el mundo son mujeres, según datos de la UNESCO.
La UNdeC y la mujer en la ciencia
La Comisión de Género y Diversidad de la Universidad Nacional de Chilecito apuntan a lograr, entre otras cosas, la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas que desean dedicarse a la ciencia.
En este sentido, y en alusión a la fecha, tres mujeres científicas de la UNdeC reflexionan sobre la temática:
María Dolores Juri (*)
En los últimos años, las mujeres han encontrado un espacio donde expresar sus conocimientos científicos. Hoy, se están desempolvando muchas historias de mujeres que influyeron en la ciencia y que quedaron ocultas en la historia, ya no se puede negar la participación que tenemos las mujeres en la comunidad científica. Me invaden algunos recuerdos de mujeres que marcaron un antes y un después en la ciencia, como Lynn Margulis y la revolución que causó al descubrir que cloroplastos y mitocondrias se originaron de células que parasitaron a otras células. Esa era toda mi sapiencia sobre mujeres influyentes en el mundo de la biología y, si bien con los años me fui enterando de muchas otras que quedaron en el olvido, conocí muchas y buenas mujeres científicas, no deja de impresionarme mi ceguera de estudiante.
Queda un camino largo por recorrer, se sigue pensando muy en el fondo, que las mujeres no estamos hechas para esto, porque tenemos una cabeza distinta más emocional.
No sólo podemos ser científicas, el mundo nos necesita como científicas, porque le aportamos diversidad al sistema, y la ciencia es como la naturaleza cuanto más respetamos su diversidad mejor funciona.
Clara Olmedo (**)
Esa cosa llamada cultura, entre las cuales la educación, la familia y la religión son ejes fundantes, nos ha enseñado y «casi» convencido que SENTIR y PENSAR son dos acciones que no se pueden conjugar. Y también nos enseñó que las mujeres «sentimos», somos seres emocionales, lloramos y esas cosas…
La historia nos enseña que hubo muchas mujeres que supieron unir el SENTIR con el PENSAR para “fugarse” de esos mandatos culturales, Y vistiéndose de varones, leyendo a escondidas, convirtiéndose en monjas para disfrutar de libros disponibles en las bibliotecas de templos y conventos. Paso a paso ellas accedieron al mundo de la ciencia. Claro, a muchas les costó hasta la vida esa “fuga” de los mandatos ¡Pero fueron ellas las que nos señalaron otra senda! Solo eso se me ocurre cuando miro hacia atrás, repaso mi vida y me pregunto.
Somos las mujeres las que SENTIPENSAMOS LA VIDA, somos poseedoras de saberes que con amor curan, alimentan, forman, educan. Y entre esos saberes cuenta el saber científico del que nos apropiamos a pesar de los obstáculos que la cultura nos puso y sigue poniendo.
Y hoy, más que mirarme, quiero SENTIPENSAR OTRO MUNDO, donde la ciencia no suponga una meta casi inalcanzable para millones de niñas y mujeres. Si yo y tantas otras pudimos, ahora nos toca ayudar a derribar las barreras que detienen a las que vienen detrás de nosotros. Y eso no solo se podrá lograr con la razón, con el pensamiento, se logrará con el sentir, con el amor.
Patricia Figuerola (***)
Las científicas desde antaño fueron grandes luchadoras, muchas veces dejadas en un segundo plano. Ha costado que la palabra de la mujer científica tenga similar peso que la del varón, aun cuando hoy en día en las aulas hay más mujeres estudiantes, pero en los cargos de decisión aún es limitada su participación. Esto poco a poco ha ido cambiando, pero todavía falta.
Las diferencias entre mujeres y varones son evidentes, y esas diferencias también se han detectado en el cerebro y a nivel de conductas, por lo cual la participación de la mujer en la ciencia le aporta diversidad.
Así que niña investigadora si eres curiosa, te gusta indagar y buscar respuestas, existe ante ti un mundo de posibilidades a descubrir. Los prejuicios de antaño ya no tienen que afectarte sigue adelante, que los sueños hay que cumplirlos.
*Maria Dolores Juri. Doctora en Ciencias Biológicas. Docente investigadora de la Universidad Nacional de Chilecito. Responsable del Área de Gestión Ambiental y Género. Miembro de la Comisión de Género y Diversidad de la UNdeC.
** Dra. Clara Olmedo. Docente investigadora de la UNdeC. Directora del Instituto de Investigación en Sociedad, Conocimiento y Desarrollo.
*** Patricia Figuerola. Doctora en Ciencias de la Atmósfera. Docente investigadora de la UNdeC. Directora del Instituto de Ambiente de Montaña y Regiones Áridas (IAMRA)
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