Adriana Plaza Karki, es docente de la Universidad de Nacional de Chilecito, historiadora, escritora e investigadora con siete libros publicados y algunas reediciones entre las que se encuentra el libro “Santa Rita de Chilecito, el genio femenino del siglo XX”. Dentro de sus escritos, ella considera a este como fundamental porque logró “armar una biografía de la santa, más allá de la cuestión estrictamente religiosa. Es decir, resaltando los rasgos humanos de esta mujer que vivió a fines del siglo XIV y comienzos del siglo XV”
¿Cuál es la historia de Santa Rita? ¿Porqué es tan importante para Chilecito? ¿Qué datos encontró en su investigación que revelaron o cambiaron la historia que conocemos? Son algunos interrogantes que Plaza Karki nos cuenta en esta entrevista:
¿Quién fue Santa Rita?
Esta Santa fue canonizada en 1900, por el Papa León XIII, pero que curiosamente el fundador de la ciudad de Chilecito, Domingo de Castro y Bazán en 1715 le da por nombre a este lugar Santa Rita, sin Estancia, ni Villa ni Hacienda. Él dice “Doy por nombre a este paraje Santa Rita”. La duda que se planteaba, entre otras, es cómo 200 años antes de su canonización oficial, Castro y Bazán la llama como tal. Por eso es que Chilecito viene a ser la primera ciudad en el mundo en canonizarla de hecho. Hay muchas ciudades que llevan el nombre de Santa Rita (en Brasil, por ejemplo) pero son producto de la inmigración italiana que se produce a fines del siglo XVIII comienzos del siglo XIX, pero ninguna de tan antiguo como este pueblo. Hay una serie de hitos a partir de este acontecimiento que son fundamentales tanto en la vida de la mujer en cuestión como la monja, la esposa, pacificadora de Cristo (como se le llamaba en ese momento), y profesante en el Colegio de San Agustín. Monja a la que se le produce un estigma en la frente, el cuál llevó durante 15 años hasta su muerte. Otro detalle interesantísimo de esta Santa declarada patrona de Chilecito, es que recibe muchos títulos en su advocación por la fe del pueblo, entre ellos: “Patrona de lo imposible”.
Si Chilecito fue el primer lugar en llevar el nombre de la Santa ¿Cuál es la importancia que recobra en cuanto a las festividades?
Chilecito se convirtió en el centro “Ritiano” más grande que hay en el mundo católico. Si bien es venerada en otros lugares como por ejemplo Filadelfia (Estados Unidos), Monachil (España) y Apurímac (Perú), no reúne tantos feligreses. En nuestra ciudad se han llegado a recibir entre quince y diecisiete mil personas el día de la Santa.
En su libro usted hace descripciones particulares sobre la imagen de Santa Rita que se encuentra en la iglesia local ¿Qué tiene para contarnos sobre esto?
La imagen que nosotros tenemos acá en el santuario de Santa Rita de Casia, santuario que fue declarado como tal por el obispo Monseñor Bernardo Bite en el templo Sagrado Corazón de Jesús, tiene un valor artístico incalculable porque es una talla de madera de candelero y de vestir estucada, introducida por Domingo de Castro y Bazán. En ese tiempo, ya todo el noroeste tenía varios talleres de imaginería. Lo había en Catamarca, en Santiago del Estero, en Salta, etcétera. Y esta particularidad de la imagen de la Santa nos lleva a la conclusión de que es más antigua que
la propia imagen procesional de Casia (que es de resina o yeso, como las que se encuentran en santerías) y esto se da porque el Vaticano autoriza la acuñación de imágenes a partir de la canonización del santo en cuestión y como dije anteriormente Santa Rita fue canonizada en 1900. Lo que sí es muy antiguo en Casia son los murales que son contemporáneas a la Santa; los estandartes y suertes de banderas que se sacaban en las procesiones. Pero una imagen tan antigua como la nuestra no hay.
¿Qué importancia se le debe dar a esto a nivel social y cultural?
Seamos cristianos o no, veneremos la imagen de Santa Rita o no, todos los chileciteños tenemos que saber que esa imagen es de muchísimo valor artístico integrando el patrimonio cultural y el patrimonio de la imaginería de la región que es tan valiosa y que tenemos que cuidar.
Sabemos que uno de los roles más importantes del historiador es la investigación ¿Qué fue lo que usted pudo desarrollar en su libro según las fuentes consultadas?
Lo importante en mi rol como historiadora fue precisamente desentrañar y lograr armar una biografía con la ayuda del Monseñor Esteban Instal, que fue quien me facilitó los recursos para conseguir la documentación desde Casia. Encontrarme con estos documentos fue algo realmente revelador, ya que pude reconocer que Santa Rita ocupó el cargo de Juez de Cristo, que es como un Juez de Paz ¿Y por qué digo esto? ¿Es revelador? Claro que sí, porque en el tiempo que le toca vivir, a fines de la Edad Media y comienzo de la Edad Moderna, era muy difícil que una plebeya desempeñe algún cargo o alguna responsabilidad de este tipo.
¿Por esto usted se refiere a Santa Rita como el “genio femenino del Siglo XX?
Cuando se cumplieron los 100 años de la canonización de Rita como Santa, el Papa Juan Pablo II, hace llevar el cuerpo incorrupto que está en una urna de vidrio en su basílica en Casia, hasta la Plaza de San Pedro para rendirle honores en público. Él dice que Santa Rita es el genio femenino del siglo XX ¿Y por qué hace esta comparación? por qué la compara con los roles que una mujer puede ocupar en nuestra modernidad. Su principal rol en este cargo era pacificar los enfrentamientos que había entre las familias por el estado político que se vivía entre los defensores del del emperador y los defensores del Papa. Por eso es que mi libro se llama «Santa Rita de Chilecito, el genio femenino del siglo XX”, parafraseando a Juan Pablo Segundo II, por la significación, sobre todo más ahora que las mujeres nos estamos empoderando y consiguiendo una serie de derechos.
¿Qué otros datos históricos llamaron su atención según la historia oficial que se cuenta de Santa Rita?
Siempre se nos dijo que Santa Rita fue esa mujer sacrificada a la que el marido maltrataba. Pero los documentos pudieron constatar que esto no fue así. Durante las actividades de los 100 años de la canonización, la orden de los Agustinos y el gobierno de Casia convocaron a los mejores restauradores de pinturas, de documentos, arquitectos, etc. para restaurar todo el repositorio documental concerniente a Santa Rita.
Ellos encontraron en su primera urna funeraria (porque actualmente está en un cajón de vidrio), un epitafio que fue escrito por las monjas que convivieron con ella, donde dan fe del estigma que se le borró al momento de su muerte y que, de ser una herida purulenta, maloliente, dolorosa, pasó a despedir olor a rosas, de ahí que a Santa Rita se la salude con estas flores.
En mi libro publico la frase de este epitafio en latín, la versión traducida y la versión errónea que es la que durante tantos siglos se recitó que hace referencia al “resmeritus”. Eso rápidamente se tradujo como marido feroz, pero en realidad lo que era fuerte es el mérito de la fe de Santa Rita. Tengamos en cuenta que la luz de las velas, el humo, los parásitos, el tiempo, la humedad y el hecho de que este féretro haya tenido que ser trasladado de un lado a otro por los posibles terremotos y las guerras que asolaban a Italia para cuidarlo, hace que los documentos se borren y que pierdan fidelidad.
Como nos contó anteriormente, la procesión en Chilecito es multitudinaria ¿Qué otras diferencias existen de este evento en comparación con el que se realiza en Casia?
En Casia se celebra el 21 de mayo la ceremonia del tránsito, ceremonia que para ellos reviste más importancia que el día 22, porque el transito es ese momento en el que ella traspasa de la vida terrena a la vida eterna. Además de los actos religiosos, se acompaña con muestras pictórica, conciertos y diferentes expresiones artísticas. También se entrega una distinción a mujeres que hayan trabajado por el prójimo destacándose en esto. Considero que lo que nos queda pendiente es acompañar la novena chileciteña con otro tipo de actividades, tomando como ejemplo lo que ocurre en Casia, como un modo de honrar a la Santa y obviamente difundiendo la vida de ella, desde el punto de vista humano, porque los santos han sido seres de carne y hueso, como todos nosotros.
Dentro de toda su experiencia como historia e investigadora ¿Qué podría decirles a los estudiantes que quieran iniciar sus tareas en esta materia?
La investigación histórica es fundamental porque Chilecito tiene una riqueza muy importante, al igual que toda la región, desde el punto de vista histórico y cultural. Por donde nos demos vuelta vamos a encontrar motivos de admiración de nuestro pasado. Desde el punto de la agricultura, la industria, los vinos, la cultura, los escritores, la cantidad de gestas populares que tenemos, la cultura aborigen, la dieta alimentaria, los apellidos entre muchas cosas más. Pero sobre todo por lo que Chilecito ha trabajado para la Patria. Eso tenemos que tener una gran tranquilidad de conciencia: cada vez que la Patria nos necesitó ahí estuvimos los chileciteños y los riojanos apoyando, pero sin ningún tipo de condicionamiento.
Teniendo en cuenta esto, mi mensaje para los estudiantes es que observen, lean, se informen e investiguen comenzando por cosas simples, no pensando en trabajos epopéyicos o inmensos, sino comenzar por algo pequeño para terminar con grandes conclusiones.
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