La fundación de “la Ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja” nos remite a los objetivos que la rodean, y estuvieron relacionados con aspectos estratégicos y económicos, enmarcados en el espíritu aventurero de los conquistadores; quiénes ya tenían en las tierras del Plata su principal asentamiento en la “Madre de Ciudades”: Santiago del Estero y desde allí planificaban y proyectaban el ciclo fundacional de todo el actual Noroeste Argentino.
El objetivo estratégico estuvo relacionado con la búsqueda de rutas y fundación de ciudades que les permitieran sentar las bases para la dominación territorial y posterior administración; y por otro lado el aspecto económico con la búsqueda de metales preciosos en las montañas para su extracción y envío a la corona española.
La empresa, que parte desde Santiago del Estero y funda La Rioja, estuvo a cargo de Juan Ramírez de Velasco, y fue costeada por Blas Ponce. A la llegada de los expedicionarios el territorio estaba habitado, y los conquistadores tomaron las tierras en nombre de los reyes de España. El acto fundacional cumplió con todo el ritual que establecía la corona española, y que el Dr. Raúl Armando Bazán cita en Historia de La Rioja, en el capítulo El Yacampis está amaneciendo; y sostiene que los expedicionarios observaron el lugar y eligieron una zona de tierras fértiles con agua para riego, en las cuáles determinaron que reunía las condiciones para establecer el asentamiento. Allí dispusieron el sitio para la plaza mayor en el cuál plantó el rollo de la justicia y tomó posesión en nombre del rey de España, designando alcaldes y regidores; posteriormente celebraron misa. Ese mismo día, el gobernador Ramírez de Velazco dispuso la traza de la ciudad estableciendo lugar para el Cabildo, la Iglesia Matriz, la de la Compañía de Jesús, San Francisco, La Merced y Santo Domingo, y para los vecinos principales en los terrenos contiguos a la plaza y las demás familias en las zonas más alejadas. Ese proyecto inicial se iba a concretar tomando forma en el tiempo.
El acto Fundacional fue refrendado en un acta elaborada por el escribano Luis de Hoyos, pero en la Expedición venía otro escribano Don Mateo Roza de Oquendo, que tuvo la particularidad de ser poeta y escribió el Poema al Famatina, convirtiéndose en el poeta más antiguo del Tucumán. Del acta se conserva sólo una parte ya que se utilizaron los archivos y documentación para elaborar cartuchos en las guerras por la Independencia.
Los pueblos originarios conformados por diaguitas, famatinas, capayanes, aimogastas, entre otros, cuyas comunidades se nucleaban sobre las márgenes de los ríos; fueron tomados por los españoles y considerados como súbditos, y distribuidos en encomiendas a los vecinos más importantes, dando inicio a una relación que en un comienzo fue pacífica y con el tiempo se vería alterada por los abusos del español.
Una vez instalados en La Rioja, tomaron noticias de que los metales preciosos no se encontraban en ese cerro, sino en el Famatina, motivo por el cuál al año siguiente Ramírez de Velazco hace su primera entrada a Famatina buscando muestras del mineral. A decir de Bazán, R.A. (1979) “El sueño minero obsesionaba a Ramírez de Velasco, denotando uno de los rasgos prototípicos del conquistador español”. El sueño de la riqueza minera fue una quimera, un deseo, que tomó auge en algunos momentos tales como cuando se acuña, con minerales del Famatina, la primera moneda argentina para la patria naciente, o cuando se establecen los bancos de rescate en Anguinán y San miguel, entre otros; o a principios del siglo XX cuando se explota en gran escala y se construye para ello el cable carril, lo que trae aparejado la llegada del ferrocarril y la instalación de la primera sucursal del Banco de la Nación Argentina a Chilecito.
Así, el 20 de mayo de 1591, La Rioja iniciaba un camino que tuvo épocas de gloria y etapas de profunda pobreza; pero siempre aportando a la causa nacional con gran convicción y enormes esfuerzos. Como ejemplos podríamos citar la participación en las guerras de la Independencia, los caudillos reclamando una Constitución Nacional y defendiendo la causa Federal, con prohombres de la talla de Joaquín V. González y sus ideas políticas de avanzada para la época, con artistas, pintores, escultores, poetas, que trascendieron los límites de la provincia y que dejaron bien sentadas las huellas del coraje y la inspiración.
La Rioja ha recorrido sus primeros 430 años, y desde la agreste naturaleza se supo erguir de la mano de su pueblo aguerrido, convirtiéndose en un polo de explotación agrícola que avanza con su producción, sus Universidades, su tecnología, y mira desafiante el futuro; sin perder de vista sus enraizadas tradiciones. En la Cantata Riojana, el poeta Héctor David Gatica, explora la leyenda y la historia que caracteriza la tierra nativa de La Rioja con su sello original cuando dice:
“Y te fundo
Ciudad de los azahares
Cuyo Alcalde Mayor
Será el aroma”
Lic. Graciela Olga Collovati
Docente del Departamento de Ciencias de la Educación y la Salud
*Fuentes:
BAZÁN, R. A. (1979) Historia de La Rioja. Edit. Plus Ultra. Buenos Aires
GATICA, H. D. (2001) Cantata Riojana. Edición de Autor. Córdoba
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