Este año, el Día de la Agricultura nos encuentra atravesando una crisis sanitaria global que amenaza convertirse en una crisis alimentaria, que golpeará duramente a los grupos poblacionales más vulnerables de la región, tal como reconocen la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) o la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe). “Esto significa que la caída económica pronosticada para este año repercutiría directamente en la seguridad alimentaria de millones de personas” (CEPAL-FAO 2020).
Esta situación obliga a pensar nuevos abordajes de la agricultura y la alimentación de la población. La agricultura familiar es uno de los sistemas que hoy se está revalorizando, por su vinculación directa con las poblaciones y otras organizaciones sociales claves para contener los efectos de la pandemia. “La agricultura familiar (AF) engloba a un heterogéneo conjunto de productores que recurren al trabajo de sus familias, y toma cuerpo a comienzos del nuevo milenio en Argentina” (Craviotti, 2014). El informe CEPAL-FAO (2020) reconoce que en la región latinoamericana la agricultura familiar representa más del 90% de las explotaciones agropecuarias, pero solo el 23% de estos agricultores tienen la posesión de tierras agrícolas siendo sus ingresos los más bajos de la zona rural. Este dato no puede pasar desapercibido en un escenario donde la agricultura familiar se revela como agente fundamental en la provisión local de alimentos.
En el Departamento Chilecito, la red de agricultura familiar ha emprendido una significativa tarea como es la entrega a domicilio de bolsones de verduras, frutas y productos regionales (miel, dulces, etc.) a precios accesibles. Esta tarea está siendo coordinada por el Equipo Territorial Chilecito de la Subsecretaria de Agricultura Familiar y Desarrollo Territorial. Esta red está llegando a poblaciones vulnerables como son familias de trabajadores (informales, precarios, ocupados y desocupados); comedores barriales; poblaciones de zonas alejadas a quienes se les dificulta llegar a los centros de provisión, ya sea por las medidas de aislamiento, por la falta de recursos o, en el caso de adultos mayores que viven solos, por no tener a quién acudir para la compra de alimentos.
Esta iniciativa, con visión local, merece ser fortalecida desde diversos ámbitos de la sociedad. En este sentido, la Universidad Nacional de Chilecito asumió el compromiso de apoyar esta estrategia por medio de la formulación de un proyecto de extensión/investigación titulado FORTALECIMIENTO DE LA RED DE CONTENCIÓN ALIMENTARIA DE LA AGRICULTURA FAMILIAR DEL DEPARTAMENTO CHILECITO, EN EL MARCO DE LA PANDEMIA COVID19, financiado desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación de la Nación. Por medio de este proyecto, profesionales de diversas áreas y estudiantes de nuestra Universidad van a diseñar e implementar un plan integral de comunicación, investigación y formación para fortalecer a la red de contención alimentaria de los pequeños productores rurales de la agricultura familiar local. El espíritu de este proyecto conjuga objetivos de Responsabilidad Social Universitaria y Compromiso con la Comunidad, tan necesarios en un contexto de pandemia, donde el sistema de la agricultura y la vida de muchos están en juego.
 
 

Dra. Clara Olmedo*,  Dr. Iñaki Ceberio de León*, Lic. María Pía Silva*,  María Teresa Frati**; Ing. Claudia Maricel Ormeño *; ***, Ing. Sergio Gabriel Vignato***

 

*Universidad Nacional de Chilecito (UNdeC)

**Estudiante UNdeC

***Secretaría de Agricultura Familiar Campesina e Indígena

Invitados por el Instituto de Ambiente de Montaña y Regiones Áridas (IAMRA) – UNdeC

1) Craviotti, C. (2014). La agricultura familiar en Argentina: Nuevos desarrollos institucionales, viejas tendencias estructurales. Agricultura familiar en Latinoamérica: Continuidades, transformaciones y controversias, 175-204.

2) CEPAL, N. (2020). Cómo evitar que la crisis del COVID-19 se transforme en una crisis alimentaria: acciones urgentes contra el hambre en América Latina y el Caribe.