El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación establecido por la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO); el lema para el año 2018 es “Nuestras acciones son nuestro futuro. Un mundo #HambreCero para 2030 es posible”.
El objetivo del Hambre Cero se detalla en la Agenda 2030 aprobada en la Cumbre de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Desarrollo Sostenible realizada en Nueva York en el año 2015, en la cual se acuerdan 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Específicamente el Objetivo 2 propone: “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”. La conmemoración 2018 tiene como finalidad sensibilizar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
En un mundo que produce suficientes alimentos para todos, una de cada nueve personas padece hambre crónica. Un informe de 2017 de la FAO señala que más de 821 millones de personas padecen hambre en el mundo; además la desnutrición se relaciona con los 151 millones de niños menores de 5 años que sufren retraso de crecimiento y el 45% de las muertes infantiles. Al mismo tiempo, 1.900 millones de personas tienen sobrepeso, de ellos 672 millones padecen de obesidad y mueren 3,4 millones de personas cada año debido al sobrepeso y la obesidad.
En nuestro país, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA menciona que el 4,3% de los hogares urbanos de la Argentina presentan inseguridad alimentaria severa, el cual es un indicador que mide la falta de acceso a alimentos y afecta a 4,5 millones de argentinos, pese a que nuestro país produce alimentos para 450 millones de personas.  Un informe de la ONU alerta también sobre un grave problema de alimentación en el país, dado que casi el 60 por ciento de los argentinos tienen sobrepeso o son obesos, y en el caso de niños y niñas menores de cinco años, nuestro país presenta el mayor porcentaje de obesidad infantil de América Latina con un 7,3% de prevalencia.
Dado que la malnutrición hace que las personas sean menos productivas y más propensas a sufrir enfermedades crónicas como las cardiovasculares, diabetes y obesidad, entre otras, esto le cuesta a la economía mundial el equivalente a 3,5 billones de dólares anuales. En este sentido la FAO presentó una serie de acciones sencillas que son elementos clave para construir un mundo libre de hambre y combatir la malnutrición: Desperdiciar menos, alimentarse mejor, adoptar un estilo de vida sostenible y producir más con menos.
En esta tarea de #HambreCero para 2030 es posible la FAO insta a trabajar a los Gobiernos, sectores privados, agricultores y público en general desde un enfoque político transversal e integrado con el objetivo de sacar a las personas de la pobreza y del hambre, para que puedan contribuir al desarrollo nacional y al crecimiento económico. Invertir en los más vulnerables significa invertir en el futuro del país.
En este contexto es crucial la vinculación con las instituciones académicas, ya que son incubadoras de conocimiento e innovación y pueden generar información significativa y relevante para ayudar a los gobiernos a abordar los desafíos que implica el logro de la seguridad alimentaria y nutricional.
La Universidad Nacional de Chilecito está desarrollando investigaciones orientadas a cultivar más alimentos con la misma cantidad de tierra y agua, desarrollar biopesticidas para controlar plagas de cultivos, incluir co-productos agroindustriales en la alimentación del ganado y en la producción de hongos comestibles, proponer el uso de tecnología digital y software como herramientas agrícolas innovadoras; temas que son abordados con un enfoque multidisciplinario que incluye a docentes / investigadores de las carreras de Ingeniería Agronómica, Tecnicatura Universitaria en Análisis de Alimentos, Licenciatura en Biología, Ingeniería en Sistemas. La información regional permitirá administrar los recursos naturales de manera sostenible y eficiente para enfrentarse a los desafíos de la nutrición y la seguridad alimentaria.

Dra. Mariana M. Varas

Instituto de Ambiente de Montaña y Regiones Áridas (IAMRA)

Universidad Nacional de Chilecito (UNdeC)