La primera Oficina Meteorológica del mundo se estableció en Hungría en 1870, la segunda en los Estados Unidos en 1871, y la tercera fue en la Argentina creada el 4 de octubre de 1872, durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento.
Entre 1879 y 1950, el planeamiento y la coordinación de las actividades meteorológicas fueron asumidas por la Organización Meteorológica Internacional. Sus trabajos condujeron a un convenio internacional, que fue firmado por los representantes de 30 gobiernos, incluido la Argentina, y entró en vigencia el 23 de marzo de 1950, fecha en la que se conmemora el Día Meteorológico Mundial. Ese mismo año se creó la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de carácter intergubernamental, actualmente integrado por 191 países. La OMM proporciona el marco para el desarrollo de la cooperación internacional, y sus oficinas se encuentran en Ginebra, Suiza.
La Argentina creo en 1872, la Oficina Meteorológica Argentina (OMA), predecesora del actual Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El SMN (www.smn.gob.ar) es responsable de generar y brindar información y pronósticos meteorológicos, prospectivas climáticas y alertas sobre el territorio nacional, basados en el monitoreo continuo de la atmósfera y en el conocimiento científico, con el objeto de proteger a la población, contribuir a la defensa nacional, favorecer el desarrollo sustentable y dar cumplimiento a sus compromisos internacionales.
El sector agrícola depende críticamente de la información oportuna y precisa sobre el tiempo y el clima. Las previsiones meteorológicas y climáticas facilitan la planificación de la producción agrícola y ganadera, incluyendo los periodos de siembra y de cosecha, y la previsión de la incidencia de plagas y enfermedades, actuando en consecuencia.
Los fenómenos meteorológicos como los ciclones tropicales, las lluvias fuertes, las olas de calor, las sequías, las tormentas de invierno existen desde siempre, pero el cambio climático está trayendo consigo un incremento de la intensidad y frecuencia de algunos de ellos. Tenemos que prepararnos para los fenómenos meteorológicos extremos, mejorando para ello los sistemas de alerta temprana y coordinando aún más las respuestas en ese ámbito.
La Universidad Nacional de Chilecito dispone de personal científico en la disciplina meteorológica y en la actualidad realizan un importante esfuerzo para mejorar el conocimiento climático regional. Para tal fin se está creando el programa Nodo de Información Meteorológica y procediendo a la compra del equipamiento que permitirá mejorar sus capacidades actuales en la materia. Además, la UNdeC está realizando, en cooperación con la EEA-INTA Chilecito y el Gobierno de La Rioja, la evaluación agroclimática para definir la aptitud frutícola de los valles de Antinaco-Los Colorados, Bermejo y de la región Este de la provincia.
Dra. Patricia Figuerola
Instituto de Ambiente de Montaña y Regiones Áridas (IAMRA)
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