Con la participación de docentes, estudiantes y profesionales de la comunicación y disciplinas afines, se llevó a cabo la Jornada “ZOOM a los Derechos. Buenas prácticas en Comunicación y Género”.
La actividad fue desarrollada en el Auditorio del Campus Los Sarmientos, organizada por la Escuela de Comunicación UNdeC y estuvo a cargo de la Lic. María Soledad Ceballos, de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Ceballos, al igual que otros profesionales que trabajan en la Defensoría, llevan esta Jornada por diferentes lugares del país, siendo la primera vez que se realiza en Chilecito.
La Defensoría del Público tiene la misión de promover, difundir y defender el Derecho a la Comunicación democrática de las audiencias de los medios de comunicación audiovisual en todo el territorio nacional.
Su existencia se sustenta en una concepción del Derecho a la Libertad de Expresión que contempla las facultades y obligaciones de quienes producen y emiten y también de quienes son receptores/as de medios. En este sentido, la figura del Defensor/a del Público oficia de intermediaria entre ambos extremos recibiendo y canalizando consultas, reclamos y denuncias del público para que sus derechos ciudadanos como receptores de medios sean respetados.
Los ejes de trabajo responden a Niñez, juventud y medios; Comunicación y género, Accesibilidad, Buenas prácticas, entre otros.
Entonces ¿Porqué es importante entender las desigualdades de género? ¿Cómo se ejerce violencia hacia las mujeres o discriminación por razones de orientación sexual o identidad de género desde los medios de comunicación? ¿Qué Ley regula este delito? Son interrogantes importantes, que como ciudadanos o trabajadores de los medios debemos tener en cuenta y son respondidos en esta entrevista por la Lic. María Soledad Ceballos:
¿Por qué necesitamos entender las desigualdades de género?
Las desigualdades de género son construcciones sociales y culturales. Uno de los puntos de partida es poder entender la distinción entre sexo y género. El sexo es aquella genitalidad con la que nacemos las personas, una cuestión biológica que habla de nuestra anatomía corporal, siendo diferente a nuestro género.
El género es aquello que deseamos ser. Esta distinción es importante porque durante mucho tiempo (y en la actualidad también se sostiene) que la genitalidad determina quienes somos o que somos y si a partir de ese que somos, que debemos ser para la sociedad, porque la sociedad ha construido una noción respecto a nuestra genitalidad cumpliendo roles y funciones, como por ejemplo las diferentes tareas que debemos realizar por ser hombres o mujeres.
Cuando empezamos a romper esta idea de que el género no está ligado necesariamente a la genitalidad, nos encontramos con otras realidades y a la vez con un sistema muy arraigado (prácticas culturales, idiosincrasia, lenguaje) en el que la genitalidad masculina ha construido a ese varón heterosexual blanco, dominando al resto de los géneros. En ese binarismo de solo pensar hombres y mujeres, encontramos un sistema asimétrico de poder en que unos han dominado históricamente al resto, no solo a las mujeres sino a otras identidades de géneros. También se han construido alrededor de ese sistema todas nuestras prácticas culturales.
¿De que manera se ejerce violencia hacia las mujeres o discriminación por razones de orientación sexual o identidad de género desde los medios de comunicación?
Entre varias funciones que cumplen los medios de comunicación en la sociedad, cabe destacar que estos son formadores de opinión. La violencia no necesariamente se da a través de lo físico, sino que existen en diferentes tipos. Esta tipificación se encuentra dentro de la Ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, sancionada en marzo del 2009. Cabe destacar que la fortaleza de esta Ley es esta distinción de la cuál surge la violencia simbólica y una de sus modalidades de ejercerla es la violencia mediática.
La violencia simbólica, según esta Ley, es aquella que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad. Por ende la violencia mediática es aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o
construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres.
Este tipo de violencia es muy compleja, ya que como sociedad hemos naturalizado algunas prácticas que creemos que son correctas, pero que son ofensivas y violan una legislación nacional que apunta a un cambio cultural.
¿Cuáles son las funciones de la Defensoría del Público?
La Defensoría del Público tiene la misión de promover, difundir y defender el Derecho a la Comunicación democrática de las audiencias de los medios de comunicación audiovisual, en todo el territorio nacional.
Entonces, desde la Defensoría se reciben y canalizan consultas, reclamos y denuncias del público para que sus derechos ciudadanos como receptores de medios sean respetados. Por eso, promueve la participación y el debate y lleva adelante una tarea pedagógica para explicar en qué consiste el derecho a la comunicación, cómo ejercerlo y cómo reclamar.
La Defensoría no posee delegaciones en diferentes puntos del país, sus oficinas se encuentran en la ciudad de Buenos Aires, pero varias personas que vivimos en otros lugares y somos parte de la misma, realizamos recorridos por las provincias para encontrarnos con Universidades, Escuelas, medios de comunicación comerciales o comunitarios, públicos o privados.
Así que en ese camino andamos muchas y muchos en las distintas líneas de trabajo que tiene la Defensoría. Específicamente en la que yo participo desde hace cuatro años, es la línea de Comunicación y Género.
Si queremos realizar un reclamo ¿Cómo hacemos para canalizarlo?
Se debe ingresar a la página web www.defensoríadelpublico.gob.ar y llenar un formulario con datos personales mínimos y especificar de manera fácil y concreta que se escuchó o que se vio en los medios de comunicación y cuáles son los derechos que vulnera. Se pide que en lo posible el reclamo sea bien específico, porque después la Defensoría debe ir al medio a solicitar la grabación de lo sucedido y revisar no sólo lo que se denuncia, sino que en algunos casos es necesario revisar toda la franja horaria en la que se emite el programa o publicidad. Luego, este material es analizado por un equipo interdisciplinario que evalúa si se han vulnerado derechos, porque no necesariamente algo que se dijo en pocos segundos analizado fuera de contexto va a ser violador de una Ley.
En el caso de que efectivamente lo reclamado esté violando un derecho, la Defensoría actúa en consecuencia. Esto no significa multar, sino proponer al medio o productora, algunas ideas para modificar algunas de sus prácticas ofensivas: en el caso de los dichos de un o una periodista, que el mismo pueda pedir disculpas; invitar a una persona especialista en el tema para que pueda explicar porque se repudia los dichos; que el medio difunda spots que lo explique también o en el caso de publicidades modificarlas. Cabe destacar que existe una infinidad de posibilidades para resolverlo, porque no hay una fórmula pre establecida, sino que se plantea con el medio una solución conjunta.
A lo largo de la Jornada, se vieron varios videos con algunos casos que la Defensoría ha resuelto.
Si el medio no acusa recibo, quienes hacen el reclamo tienen la posibilidad de seguir otro camino legal o judicial si se quiere.
¿Quiénes pueden reclamar?
Cualquier ciudadano o ciudadana, como así también organizaciones sociales o políticas. Los reclamos no tienen un mayor peso por cantidad de denunciantes. Tiene tanta validez el reclamo de la vecina o el vecino que el de muchas personas.
También, es importante pensar nuestras prácticas como ciudadanas y ciudadanos, es decir elegir que postear en Facebook o en cualquier red social y pensar que estamos queriendo construir con este mensaje que reproducimos y donde estamos necesitando modificar algunas pautas que hacen a los patrones culturales y sociales.
En general ¿Cuál es la reacción del medio de comunicación ante un reclamo?
Hasta el momento, los medios han sido accesibles en cuantos a algún reclamo sobre algún hecho que haya sucedido. No ha habido resistencia. Por ejemplo: hubo una situación, en la que se reclamó sobre los dichos de un periodista en una radio y si bien el periodista no pidió disculpas al aire, la radio accedió a que las organizaciones que habían hecho el reclamo pudieran difundir durante un tiempo determinado, material de comunicación sobre los derechos de las personas con otras identidades de género. Al finalizar este plazo, el mismo medio, propuso a la Defensoría continuar difundiendo estos materiales, porque consideró que era importante para las audiencias.
La negociación amigable, es una tarea que se viene llevando desde la Defensoría y está dando buenos resultados. Esto que parece pequeño, es un modo de transformar algunos de esos patrones culturales que desde las Legislaciones y la Comunicación se vienen sosteniendo y arraigando.
¿En qué consiste la Jornada ZOOM a los derechos?
La Jornada ZOOM a los derechos surge de un acuerdo y compromiso de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual; la Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo de Argentina (REDCOM); el Sindicato Argentino de Televisión, Telecomunicaciones, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (SATSAID); la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA); la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA); y la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) para desarrollar acciones de capacitación en distintas ciudades del país, para promover la equidad de género como derecho de las audiencias de la radio y la televisión.
El programa de esta Jornada consiste en reflexionar sobre las desigualdades de géneros a través de la presentación de producciones federales que, en 60 segundos, asumieron el desafío de promover la equidad de género. Además, se concretó un taller para periodistas y estudiantes de comunicación y una capacitación especial para docentes y talleristas sobre “Cómo enseñar y aprender comunicación y géneros”.
¿Por qué es importante la educación sobre géneros?
Es importante entender que actualmente existen legislaciones nacionales que engloban los derechos adquiridos por las mujeres y otras identidades de géneros, y desde ahí se plantea por donde se debe intentar seguir para modificar los patrones culturales que son los que generan desigualdades y por ende violencia.
Entonces, la educación sobre géneros es algo que debe estar presente en todos los niveles educativos, porque creemos que desde allí puede surgir un gran cambio.
Comentarios recientes